Sí, es esencial desmaquillarte y retirar las joyas antes de cada sesión en el solárium para prevenir posibles reacciones con el calor emitido por los rayos UV. Este paso previo garantiza una experiencia segura y efectiva, preservando la salud de tu piel durante la exposición a la radiación ultravioleta. ¡Asegúrate de seguir estos consejos para maximizar los beneficios de tu sesión en el solárium y mantener tu piel en óptimas condiciones!

¡No, ya que la acumulación del tiempo de exposición a los rayos solares, tanto en solárium como al aire libre, puede resultar perjudicial, provocando irritaciones y quemaduras en la piel como consecuencia de una sobreexposición. Es crucial tomar precauciones y limitar el tiempo de exposición para preservar la salud y la integridad de la piel!

Simplemente cerrar los ojos durante la sesión no brinda la protección adecuada contra los rayos ultravioleta, por lo que es imprescindible utilizar las gafas especializadas que te suministramos o tus propias gafas reglamentarias. ¡Garantizamos tu seguridad y comodidad durante cada sesión de solarium!

No es recomendable ni esencial aplicar protector solar durante tu sesión, aunque aconsejamos utilizar un producto de FPS en tu(s) tatuaje(s) para preservar la intensidad de color y prevenir manchas debido a la exposición UV. Personalizamos el tiempo de tu sesión según tu tipo de piel, garantizando así un tratamiento seguro y eficaz. ¡Descubre la experiencia única de nuestro solárium y cuida tu piel de manera inteligente!

¡Claro! Un bronceado previo es recomendable para preparar la piel ante la inminente exposición solar que experimentará durante sus días de verano. Este paso inicial le posibilitará a su piel desarrollar una capa de protección solar más eficaz, reduciendo así la probabilidad de quemaduras durante su tiempo en la playa.

Además de la radiación visible, la luz solar está principalmente compuesta por radiación infrarroja, percibida como calor, y alrededor del 5% de radiación ultravioleta (UV).

Radiación UV-C: Al no penetrar la atmósfera terrestre, no alcanza la superficie de la Tierra.

Radiación UV-B: Aunque se debilita por la capa de ozono, una pequeña porción llega a la superficie terrestre. La radiación UV-B influye en la pigmentación de la piel y en la producción de vitamina D. El exceso puede resultar en quemaduras solares.

Radiación UV-A: Alcanza la superficie terrestre con mínimas obstrucciones, contribuyendo, entre otras cosas, al oscurecimiento de los pigmentos de la piel, visible como un bronceado directo.

La intensidad y composición exacta de la luz solar varían según factores como la estación del año, la hora del día, la latitud, las condiciones nubosas, la posible contaminación atmosférica y la reflexión en el suelo. En un centro de bronceado, la cama emite exclusivamente rayos UV-A y UV-B, administrados a la piel en dosis controladas. Para obtener detalles adicionales sobre los impactos de la luz solar, explore la Asociación Europea de Luz Solar. Allí hallará información detallada acerca del sol y la salud.

Cuando tu piel se encuentra bajo la exposición de luz ultravioleta (UV), desencadena un fascinante conjunto de reacciones biológicas. La radiación UV-B estimula activamente la producción de melanina, el pigmento encargado del tono de tu piel, operando en las células pigmentarias conocidas como melanocitos. Este pigmento se traslada hábilmente a las capas superficiales de la piel, desempeñando el papel crucial de una barrera protectora contra la radiación UV y contribuyendo así al proceso de bronceado. Importante destacar que este proceso de formación y distribución de melanina no es instantáneo, sino gradual, lo que implica que tu bronceado se desarrollará de manera progresiva. En contraste, la radiación UV-A impacta principalmente la melanina ya presente en las capas externas de la piel, proporcionando un oscurecimiento rápido pero menos sostenible. ¿Listo para explorar los misterios del bronceado en nuestro solárium? ¡Sumérgete en la experiencia y descubre cómo tu piel se transforma gradualmente en un radiante tono dorado!

No, es fundamental resguardar una cicatriz de la exposición solar durante al menos tres meses mediante prendas UV resistentes o protector solar. La radiación ultravioleta puede afectar el pigmento en la zona de la herida, provocando alteraciones permanentes en el tono de la piel ya cicatrizada. Ante cualquier incertidumbre, es recomendable buscar la orientación de un profesional médico.

Esta disparidad se atribuye a la variabilidad en la cantidad de células formadoras de pigmento en distintas zonas de la piel. Por ejemplo, la parte interna de los brazos y las piernas tiende a broncearse de forma más pausada, en contraste con la rápida pigmentación en la parte exterior. Incluso tu rostro exhibe un bronceado relativamente más lento debido a la presencia natural de una capa córnea más gruesa, diseñada específicamente para proteger contra la radiación UV-B. En cambio, las pecas y las manchas de pigmentación, al albergar una mayor concentración de pigmentos de bronceado, experimentan oscurecimiento de manera más acelerada.

No hay razón para inquietarse, el peculiar aroma post-bronceado es completamente común. Se atribuye a menudo a los rayos UV, los cuales descomponen ciertas áreas de tu piel, tales como ácidos grasos y sebo, generando este olor característico.

Las manchas blancas que pueden manifestarse en áreas como las nalgas y omóplatos son un fenómeno frecuente entre los usuarios de solarium. Estas zonas, al entrar en contacto directo con la superficie de la cama, suelen experimentar un suministro sanguíneo ligeramente reducido, lo que puede resultar en una decoloración desigual de los pigmentos cutáneos. reduce al mínimo la aparición de manchas blancas.

La piel experimenta una constante renovación, desprendiéndose de las células cutáneas superficiales en este proceso. Para garantizar la duración prolongada de tu bronceado, te proporcionamos valiosos consejos que marcan la diferencia:

Evita duchas prolongadas y con agua caliente, ya que podrían comprometer la capa ácida protectora de tu piel. Opta por lociones de ducha con un pH neutro para un cuidado suave.

Mantén la hidratación constante de tu piel mediante el uso de lociones y cremas hidratantes, aplicándolas inmediatamente después de tomar el sol o al salir de la ducha.

Contribuye al equilibrio de humedad en tu piel al consumir suficiente agua, bebidas sin azúcar o té, asegurando al menos 1,5 litros al día.

¡Una visita al centro de solárium puede ser la clave para prolongar ese radiante tono de vacaciones! Consultanos para recibir orientación y un plan de bronceado personalizado.