Los pies suelen ser los grandes olvidados que pasan la mayor parte del año encerrados en nuestros zapatos que rara vez son los que realmente deberíamos usar. Por esta razón, muchas veces acabamos padeciendo lesiones en la piel debido a los roces, las presiones o fricciones. No nos damos cuenta de que, al igual que nuestras manos, nuestros pies también requieren de ciertos cuidados para mantenerlos en perfectas condiciones. Y aunque podemos hacerlo nosotros mismos en casa, lo cierto es que nadie cuidará mejor nuestros pies que un profesional experto en los mejores productos y técnicas para ellos.

Por eso es aconsejable, tanto en invierno como en verano, regalar a nuestros pies al menos una vez al mes una buena sesión de pedicura para renovar la piel que los rodea, suavizarlos y mimarlos. Y es que la pedicura no es solamente cortar, limar y pintar las uñas de los pies, sino que se trata de un cuidado de nuestros pies en todos los aspectos: limar durezas, peeling, masajes, hidratación, etc. Todo un arte que se ocupa de las afecciones del pie y cuyo objetivo principal es embellecerlos.

¿A quién no le gusta lucir unos pies bien cuidados en verano? Libres de impurezas e imperfecciones, con una piel suave y unas uñas bien cuidadas. Por eso, en Odai te ofrecemos la posibilidad de realizarte todo tipo de tratamientos de pedicura proporcionados por las manos expertas de nuestros profesionales. Desde pedicuras completas a pedicuras más sencillas, tanto para mujeres como para hombres. De hecho cada vez son más hombres los que se preocupan por su aspecto físico y por causar una buena impresión a los demás.

Pero Odai no es solamente un centro de belleza donde poder recibir tratamientos para tener unos pies perfectos, sino que además ofrecemos sensaciones y experiencias únicas. Seguro que después de una semana de duro trabajo y de acumular estrés, no te viene nada mal relajarte mientras nuestros profesionales te cuidan y se encargan de mantener tus pies en las mejores condiciones de higiene para garantizar tu máximo bienestar.