A todos nos encanta lucir una piel lisa y suave. Sin embargo, parece que solamente nos acordamos de la depilación en verano, cuando llega el momento de mostrar nuestro cuerpo en la playa o en la piscina. Lo cierto es que la depilación es algo que debemos tener en cuenta todo el año. Y es que hacernos la cera a menudo ayuda a debilitar el pelo y conseguir que cada vez tengamos menos cantidad y que cueste menos eliminarlo. Seguro que más de una vez te ha ocurrido que has hecho planes, no te habías depilado y has tenido que recurrir a la maquinilla de afeitar. Rasurar el vello puede sacarnos del apuro, pero ¿no te gustaría estar siempre lista para cualquier ocasión? Por eso, hacerse la depilación médica láser es la mejor opción para eliminar definitivamente el bello.

La cuestión es que aunque la cera es uno de los métodos más eficaces y más duradero para la eliminación del vello, también es uno de los más difíciles de hacer uno mismo en su casa. Por eso muchas personas se sienten incapaces de hacérsela ellas solas. En estos casos, lo mejor es ponerse en manos de profesionales especializados como los de Odai, que además de ayudarte a calmar el dolor, pueden ofrecerte siempre los mejores resultados con una cera desechable de gran calidad y dejar tu piel suave y libre de vello.

• Depilación con cera de baja fusión: como ya sabes, la cera caliente se aplica en la piel con ayuda de una espátula de madera y, una vez seca, se arranca con un tirón seco. Es más eficaz que la cera fría, ya que el calor abre los poros, haciendo que el vello salga con mayor facilidad. Pero para conseguir mejores resultados, recuerda exfoliar tu piel el día antes.

• Depilación con cera fría: al igual que la cera caliente, esta técnica arranca el vello de raíz y lo va debilitando sesión tras sesión. La principal ventaja es que esta cera resulta más versátil.

• Depilación láser médico: la tecnología láser es actualmente la única capaz de eliminar el vello de forma permanente y ofrecer resultados visibles desde la primera sesión. Consiste en la destrucción de la raíz del pelo, que se va debilitando con cada sesión. Normalmente se suelen requerir de entre 3-4 sesiones con intervalos de descanso de al menos tres meses.